Ha nacido el Señor

Y duermen la mona los borrachines entre molestos retortijones. Fue tan grande la bacanal de comida y alcohol con que han celebrado la buenanueva.
Aunque habrán de levantarse para cubir el engorroso expediente de las visitas familiares donde entre copita de anis y de cava engancharan con la noche para continuar celebrando el advenimiento del mesias y la presagiada borrachera renovada.

Mucha crisis si, pero los tugurios del puerto expedía pelotazos de garrafa -por fin de existencias legales- a nueve euros, a destajo y no cabía un alfiler.

Y hoy continuará la orgía, libre ya de ataduras familiares y compromisos rituales. Beber por beber.

Y la burra, rin rin, cargada de chocolate ya habrá llegado al portal.