viernes, 31 de julio de 2009

Lo que tu digas

¿Que me ves bien?

Pues gracias. Lo que tu digas.

Otra vez ahorraré el esfuerzo supremo de exhibir una sonrisa y extraer unas palabras amables ante tu presencia.

Para que no te lleves a equívoco.

Mas eres tu quien me interrogas. Y me inquieres. Y me juzgas.

Yo ni siquiera habría alzado la vista o cambiado incluso de acera.

Lo que tu digas.

Mas no me interrumpas más.

Recogeréis mi cadáver

Feliz víctima de un socorrido y liberador infarto. O algo mas o menos así.

Esa será la última molestia que os cause: retirarme, barrerme, apartarme.

Y aun alguna cuestionará entre risitas que no apagaran un ataúd que haya tenido que palamarla justamente ahí, y en horario de trabajo. Por causar incomodidad y escándalo ¡Jesús! Y quedar feo a la vista de la gente -aunque los parroquianos estén "hechos a todo"-.

"Si es que tenía que ser él".

Aunque alguien tambíen sabrá exprimir alguna lagrimilla que acaso malbarate el maquillaje.

Me pregunto no obstante como os lo montareis ahora. Sin el gran objetivo a controlar, supervisar y vigilar. Sin el juguete de vuestra maldad para hincarle el diente. Y ¿como cuadraréis mis últimas cuentas?

Ya se.

El tiempo es elástico. Como un chicle. Algo habrá sin duda con lo que pasar el rato.

De hecho, ya no dabias abasto.

También en este aspecto os vendrá bien esto. Este incidente.

miércoles, 29 de julio de 2009

Han vuelto a actuar en Honduras

Los golpistas militares.

Que ya no son golpistas sino libertadores. Que ya no es fechoría sino gesta. Que ya no es rebelión sino victoria.

Y los asesinatos, necesarias ejecuciones.

De nuevo en algún lugar el aire apesta a rancho de rata y a calabozo húmedo, a pólvora y a metralla. Y a exilio y desmemoria.

Ahora la prístina denuncia, por los ilegítimos gendarmes del mundo -pillados como siempre cagando (cuando no de peor guisa)- elevados sobre movedizos pedestales, por medio de su cadena de voceros, se hace apología pura y dura del golpismo más sucio.

De nuevo, en algún lugar -y por desgracia también en castellano- turbas violentas que se dicen liberadoras, que tapujan su delito de rebelión (castigado con la máxima pena) con papel higiénico -ejemplares acaso de la propia constitución que con ello enmierdan- . Autoridad militar, como dijera aquel, por supuesto.

Y al fin algún nostálgico de la vieja metrópoli ha visto la oportunidad para colar su homenaje, que el corazón reservaba con ahinco, con pudor y disimulo a Pinochet y a Videla, y a tanta mierda y sangre inocente derramada de que estos se golpistas se alimentan-con oruga y gomina, también por supuesto, los síbolos del terrorismo golpista internacional-. Sin que se les note tampoco el bulto del revolver en su socorrida guerrera.

¡Que regrese la democracia a Honduras!

martes, 28 de julio de 2009

palmeros digitales

Afortunadamente somos cuatro gatos.
Aquí, concretamente, menos que eso; deliberada y afortunadamente.

Aunque en autocaldeadas ensoñaciones -inasumidos fracasos, si, desde amargas frustraciones fagocitadas- creamos ver otra cosa, casi nadie accede a estas catacumbas del saber que, no nos engañemos, a nadie podrían alimentar. Ni mucho menos de alguna manera se hace caso de proclamas -por ventura no políticamente correctas-. Ni en nada se tienen en cuenta lo que mayormente son exabruptos, clamores, ayes, proferidos desde la más helada y sórdida incomprensión azorada.

Entrañable reducto cibernético donde nos hacemos todos a veces pequeños émulos de PJ. O simplemente de JPF; que es aquí decir mucho.

Pero incluso en estas profundidades, a veces cálidas y entrañables, existen categorías.

Porque incluso aquí, en estos entrañables bajos fondos afloran los arrobados y ridículos palmeros, los aspirantes a policía que ni siquiera han podido ser seguratas.

Patéticos séquitos -la "cla"- de tanto sabio incomprendido al que le doran, aun ya oxidada, movedizas peanas.

Tipos nefastos cuyas intervenciones agreden y humillan. E incluso en esta desabrida intemperie asombran y hielan.

Como en la vida misma, realmente. Como en el exterior.

Mancillando esta turbia y secreta soledad.

Insoportable y espuria.

Fría y acogedora.

otra flor en el jardín

Bella y candorosa.

Aromada de exóticos perfumes que en su piel se hacen naturales.

Encumbrada directamente al olimpo particular de las severas guardianas de la cámra privada donde se guardan los secretos que todos conocen. Aunque no libre por ello de puniciones y penitencias que las sufridas adoratrices suspirantes, resignadas a los designios supremos -"el Amo" Ay!!, ya se sabe, pobrecito...- con medida crueldad secreta le han sabido administrar al menor descuido.

Sabio y calculado descuido.

En realidad, y abreviando, y apeando el discurso, el primer día, y aprovechando la ausencia del Amo convirtieron la factoría en un turbio almacen, en frenética plantación del que a la bella flor inmaculada han hecho bracera.

Que le han metido caña, vamos.

Más no se descompuso la nueva criatura, demostrando ser además de bella, intrépida; de la más genuina estirpe del corralito del Amo. Blanco impoluto acabó la dura jornada como llegó,su vestito blanco como de muñeca. Y con genunino resto de altivez su rostro y su mirada que no lograron descomponer aventuradas incomprensiones ni inevitables regueros de sudor salado.

En todo caso, una ráfaga de silencio dedeñoso y gélido asola la factoría. De desdén, si, y acaso, nunca lo reconocerán, turbia y humana envidia.

Y su secuela de crueldad canalla.

También tan humana.

No tiene todavía nombre.

Es materia en formación. Modelable, maleable.

Suya.

lunes, 20 de julio de 2009

linchamiento de una enfermera

El empresario, desde siempre, es responsable de los actos dañosos cometidos por sus empleados. Su fundamento es su obligacion de elegir bien y vigilar adecuadamente.

Es una responsabilidad irrenunciable. Es decir, no escaqueable.

Por ello, entre otras razones -de las que no es ajena la piedad y la comprensión- es una absoluta vergüenza y de una total desfachatez la postura del Hospital madrileño que carga tintas contra la pobre enfermera que a causa de un error -al parecer- ha provocado la muerte de un bebé. Por este motivo, por hacer del error directa y presunta culpabilidad, en dictado de sentencia precipitada, ilegítima, inapelable e irreparable, y por tapujar asimismo, de forma indigna, con ello su propia responsabilidad, la conducta de este sucio tipejo es vergonzosa. Propia de un felón agradecido.

Por supuesto la sanidad en Madrid depende de la Comunidad Autónoma; es decir del PP. Y por supuesto, este degenerado es un nombrado a dedo del PP. Grupo siempre dado a escaquearse y buscar sin escrúpulos errores humanos que tapen colectivas imprevisiones y negligencias. Al sacrificio del desafecto.

Ningún ser humano en todo caso está libre de la comisión de errores cuyas consecuencias, por supuesto, escapan de toda previsión. Sus "compañeros" de sociedad deberían entenderlo.

¿Que más quiere este degenerado?

En un psiquiátrico agoniza pues la enfermera culpabilizada. Sentenciada por estos tipos.

¿Es ello lo que satisfará los propósitos de este tipo y los que le dirigen?

¿Su muerte?

No teneis vergüenza.

Ha de haber un juicio que esclarezca los hechos.

Todos los hechos.

Los hechos de todos.

Fatales. Fortuitos. Culpables. Y los del gerente, claramente voluntarios.

sábado, 18 de julio de 2009

Largarme de aquí

Ya no se a donde.

Ni mucho menos cuando.

Ya siempre es tarde.

Ayer ya lo fue también.

Me conformo ya solamente con soñarlo -aunque ya es difícil soñar y no hacerlo con negros laberintos y callejones-. Hacia horizontes ignotos.

Huyendo de ti y viéndote desaparecer tras el mar.

Y regresaré puntualmente como vosotros-como buen paisano- y jugaré a ser el más patriota. El que más ha sufrido tu ausencia....

A deciros lo felices que debéis ser vosotros que no habéis tenido que marcharos.

Como acostumbran a hacer tantos patéticos desterrados.

Exiliados hacia el triunfo y la esperanza.

Lejana.

Ya se que nunca me largaré de aquí.

Dejadme

No me da la gana saludaros.

Que me digais lo bien que me va y la tripa que tengo. Y me obligueis con violencia a miraros a los ojos que relampaguean crueldades.
Hecho como estoy al suelo, a las esquinas, al silencio y a las sombras.

Y no me acuerdo de esa anécdota que con sorna y mordacidad malsana me refieres.

En la que yo seguramente metería la pata.

No se de que me hablas.

Dejadme discurrir en paz.

En mi mente resuenan ya demasiados turbios ecos de fracasos y reproches.

Demasiado ruido de cláxones que desde un tiempo perdido me recuerdan que sigo vivo.

Por desgracia.

No me digais nada.

Y si, como queráis, estoy bien. Soy feliz.

Gracias.

Escuela de la maldad (sobre el moobing)

El bamboleo de su trasero amasado por vividores del cuento es su aval más solvente.

La credencial que le permite ofenderme y humillarme continuamente. Y pavonearse.

El bamboleo de su trasero es el que con creces abriga la mentalidad más cerril y cuadriculada. El que la doctora en su ignorancia. Que tampoco socapa, al contrario, la turbia maldad despiadada.

Otras manejan, con vaivén de caderas, pose agresiva y mirada desafiante, con soltura y prestancia los trapillos de estreno cotidiano, entre sinuosos contoneos que tanto arropan o acogen como tiran en cara; que mas que cubrir revelan escotes insondables -que han rentabilizado pagas extras y aburrido vacaciones-, o tirachinas impúdicos que asoman obscenos sobre pantaloncitos estrechos. Todo entre cremosos afeites que hormigonan facciones aun reconocibles -y tanto-, cabellos moldeados que todavía reservan milagrosa viveza y fragancias embriagadoras y apestosas que añaden ponzoña al aire cotidiano.

Ni que decir tiene que os tengo demasiado vistas y que os sigo odiando.

Otras, sin que signifique ello necesariamente menor rango, atienden con más solicitud los menesteres y necesidades en patética competencia. Y rinden homenajes en inventadas celebraciones improvisadas para el agasajo necesario de su dueño. CAda día es un aniversario de algún hito nefasto -en tanto ella no arda-.

Y policías del tiempo precario del que no somos dueños acechan y asaltan en todos los recodos de la factoría siniestra. Miradas inquirientes. Frases amenazadoras. Sucios requerimientos y reconvenciones que traicionan arrepentidas confidencias en precarias confianzas.

Y esa serpiente cobarde que silba reproches sin mirar nunca a la cara. Y que sospecha del aire que huele siempre emponzoñado y que ella hace hiriente. Que ambienta la factoría de la malicia de la que ella es pionera.

Y luego estais vosotras, que no habéis dudado en ningunearme.

Y estás tú que te ha faltado tiempo para negociar pírricas confianzas.

Otra vez.

Sois malas.

Todas.

viernes, 17 de julio de 2009

Sois malas

La crueldad flota amenazadora en los dominios del Amo.

Las candorosas melopeas de las adoratrices entregadas, abandonadas a su quehacer demorado, rápido saben trocarse -a la mínima amenaza- en silbido tétrico de serpientes saturadas de veneno, en certero golpe de daga oculta bajo refajos y enaguas.
En ecos de cerbatanas que hieren en el alma.

Malditas.

A la más leve amenaza. O tal vez, para entretener gratuitamente su hastío vomitan su rabia concentrada.

¿Lo sabe EL?

¿Se lo has dicho a EL?

a EL no le gusta.

EL AMO.

Su amado Amo.

Malditas.

Ridículas comparsas felices de su patética representación lacaya.

Os veo de nuevo llorando sobre una patética factoría humeante consumiéndose irremisiblemente bajo las llamas.

Que ni su manguera podrá contener.

Ni mucho menos vuestros patéticos lloriqueos.

Que no sabrán entener que es lo que os libera.

Porque vosotras no sabéis vivir si el Amo.

Vosotras sois del Amo.

Vosotras sois el Amo.

Que es el dueño absoluto de nuestro tiempo precario.

De nuestras pesadillas.

Hasta de la manguera.

Que no logrará contener la feliz destrucción.

Que no le llevará a la ruina.

martes, 14 de julio de 2009

Voy a ir al psicólogo

A que con su cálida presencia acogedora -que no logran descomponer llamadas de movil inoportunas- y meloso verbo me anime.

Que me diga que hay que ser positivo. Que a todo hay que oponerle una sonrisa. Que me mire al espejo y me ria.

Que cante.

Que grite.

Que me diga con gesto de curilla -y toquecito a la espalda- que todos estamos igual.

Que me recete acaso la última, moderna y estrambótica terapia.

Tras fracasar tantas canciones destinadas a falsos suicidas. Terrible fracaso.

Que son manías mías. Que todo el mundo me aprecia.Que son trampas de la mente.

Y todas sus monsergas.

Más no borrará, no, por ejemplo, la mirada de asco habitual de la rubia consentida del Amo que me explota desde la sombra y me arruina.

Ni la risa cruel de sus lacayas zahiriéndome desde su turbia vesania.

Ni recogerá por fin la baraja interminable de mi tiempo perdido. Dispuesta impúdica siempre boca arriba.

Ni apagará el interruptor de la retahila de tantos sueños rotos desfilando en turbias noches.

En desvencijadas salas de cine polvorientas.

Ni me recetará pastillas para no soñar.

Ni expulsará de mi mente la espesa telaraña que se se teje y acrecienta cada día sin desbordarla. Aun cuando la noto atrapando y ensuciendo pequeños recuerdos agradables, tupiendolos de olvido. Cruel.

Que el en su inconciencia dará entener que encima son retales de soberbia.

Pero retales, al fin, que no visten una amargura enfermiza.

Pero afortundadmen, y bien lo sabéis, nada contagiosa.

Que sabéis como hacer para huir de mi.

Más yo le pagaré. Y me iré con la sensación de que al menos una maldita y pegajosa tarde de julio ha pasado un poquito más rápido.

Reir. Cantar. Gritar.

Jeje.

jueves, 9 de julio de 2009

Muerte de un perro (o tirar de pipa)

Triste noticia la que publica hoy la prensa.

Aunque se ha esperado a que saliera a la la luz a tener un socorrido tapujo -que ha resultado solemne mantón- para intentar cubrir la salvajada. Ello demuestra precisamente la exactitud de tal calificativo.

Ahora pues ya no es que solo que alguien cometiera un error lamentable -por el motivo que fuera- y se excediera gravemente (demostrando su incapacidad para uso de las armas y el peligro que supone para la sociedad). No. Ahora ya no. Algo tan sencillo ya lo han convertido por ridículo y mal entendido corporativismo, casi cuestión de honor. Y ahora cabe decir -ellos son quienes lo han querido- que, no un agente en acción desafortunada, sino "la Guardia Civil" mató a un perro en un registro ilegal de vivienda. Y que a Tejero -el delegado del gobierno- le parece justificable, dando su solemenísimo amparo zapateril de delegado del gobierno a la trapacería que acabara con un pobre ser vivo. (luego se quejarán que se metan con Zapatero).

Es una maldita vergüenza. Para esto más vale callarse -de hecho otra gacetilla local ha hecho "mutis por el foro"-.

Acto salvaje e intolerable de quien tenía sin duda gana de tirar de pipa. Porque si tiene miedo a los perros que se dedique a otra cosa.

Pobre animal indefenso abatido de dos balazos en el pecho por quien a buen seguro si tiene como dijera sabiamente el poeta "de plomo la calavera".

Como dice la canción: de ellos ¿Quien nos defiende?

Làgrimas sinceras han manado demoradas ante la visión del animal asesinado, y del nefasto agresor, reconfortado por sucios golpecitos en la espalda de sus abnegados colegas. Que hacen, como Tejero, suya la brutal acción.

Mis más sinceras condolencias a la dueña.

miércoles, 8 de julio de 2009

Cerrad ya la tapa

del ataud de oro.

Que preside nefastas, alucinantes y turbulentas ceremonias.

Cerrad ya esa tapa.

Que alberga restos de polvo con gafas de marca.

Entre ridículos himnos proferidos por orgullosos miembros de una raza -asi se galardonan ellos- de la que "estos restos mortales" siempre renegó.

Poniéndose sobre su rostro toda la mierda inmaginable para blanquear su desvergüenza. Su indigencia moral.

No huele porque nada hay dentro. Capaz de generar más combustión.

Solo vacío y miseria.

Pero que den la última paletada al indecente e impúdico féretro que cobija a algo que aun póstumamernte exhibe degenerada estulticia.

Y que se perdiera para siempre en la noche de los tiempos. Entre humos y vahos de potingues y tóxicos.

Más no serà así.

En raro vuelo -homenajeando diran sus estrafalarios movimientos- descenderan buitres con frac a consumir su carroña interminable.

Acicalados también -los buitres- con gafas sin graduación de Dior (por supuesto).


¡Cuanta mierda es capaz de producir esta sociedad!.

Cuanta obscenidad.

La miseria moral del ser humano en manada no tiene límites conocidos.

Pues aun vendrá otro que a este le hará humilde.

Me avergüenzo de esta especie.

sábado, 4 de julio de 2009

Me llamaran homófobo

Pero me da igual.

La manifestación -la exhibición propiamente- del otro día en Plaza Chueca -templo de la orgía libertina homo y heterosexual e indefinida- fue como siempre una grosera y lujosa exhibición obscena no solo de culos y tetas de plástico y taparrabos de lamé y làtex (que particularmente me dan mucho asco)sino de indigencia moral e intelectual. Que es lo realmente preocupante.

Carreras de tacones para mover mejor la silicona y mantener el culo apretado.

Estos tipos hacen lumpen lo que podría ser una justa reivindicación. Que queda claro que ya no lo es.

Estos tipos, estos pollos, no reivindicaban nada más que su derecho a exhibir sus afeites y complementos de lujo. A estos tipos nadie les impide casarse ni juntarse ni hacer lo que les de la gana entre ellos y ellas.

Que hagan lo que quieran en sus casas.

Lamentable espectáculo en Chueca de los que precisamente solo pueden contribuir a denigrar y a hacer lumpen este mundo, perpetuándose en la marginalidad.
Que al parecer a algunos les hace tan felices.

Afortunadamente los días normales no se ven estas pintas, sin duda irreivindicables para la cotidianeidad.

Pero realmente ¿Representan a los homosexuales el grupo estrafalario que se exhibió el otro día en Chueca? ¿Quieren ser colectivo, irrogánsose ilegítimas representaciones?

Me permito dudarlo. Como que todos fueran homosexuales -mucho guarro/a y mucho/a dragqueen mantecosa es lo que había-.

Repugnante carnaval impúdico de patibularios rostros sin facciones mover la osamenta de sus recauchutados cuerpos pringosos. Con este calor, ponerse cuero, ya les vale.

Cierto es que no me gustan los carnavales ni en carnaval.

El mismo rechazo mostraría ante una manifestación del "orgullo del macho español" perpetrada por dobles de Alfredo Landa o Manolo Escobar, entre tantos otros.

Los pollos del otro día hacen, como siempre, el ridículo.

Que hagan lo que quieran, ciertamente, pero que no me obliguen a aplaudirlos, compadecerlos y reivindicar sus derecho a pasearse en tacones y tangas.

Que en su intimidad hagan lo que quieran.

Y si están capacitados para adoptar niños, que no exista traba que constatada tal capacidad les impida hacerlo.

Pero ¿a esos pollos les preocupa realmente adoptar niños?

A esos pollos y a esos culos andantes les preocupa otra cosa.

Y me la suda que tengan dinero y gasten mucho en sus viajes -al parecer, como todo en su vida, orgiástico-, que es otro de los manidos argumentos últimos para reinvidicarlos.

Un tanga apretujando un culo feliz y liberado de faldones y tapujos exhibido desde un balcón fue acaso la más soberana muestra de inteligencia e integridad.

Lo que rubrica una payasada de manifestación.

De los que se sienten tan orgullosos de sus plumas, tacones y taparrabos de lamé.

Que asco.

sigue la indecencia

Quisiera olvidarlo pero es imposible.

bombardeo cotidiano de indecencias.

Ahora venden entradas para su funeral. Seguro que aun no esta dispuesto su entierro.

Fastos y desmesura incluso en su muerte.

Se lo merece. El fue así de degenerado.

Imagino que si tardan tanto -aparte de acicalar al fiambre- es porque montarán algo así como una gloriosa resurrección entre humo espeso e incienso en genuino remedo de trhiller, desde ataudes de oro y brillantes, ante el clamor popular.

Porque este es de los tios que tiene que despedirse de la vida presumiendo también de ataud.

Que asco da todo esto.

miércoles, 1 de julio de 2009

Pastillero indecente

Y lo dicen con media sonrisa.

Típica sonrisa de pillo.

Y tienen la desfachatez luego de meterse con los que faltan al respeto a los ídolos muertos.

A los genios. Del humo y la miseria, paladines.

Nada, que el menda este casi humano, se gastaba 30.000.-Euros cada mes en pastillas -solo en pastillas-.

El doble supongo en cremitas y potingues.

Y eso es noticiable.

Y eso no merece otra cosa que una sonrisita del locutor del telediario que vuelve a abrir con el el mismo tema.

Y con la última payasada de orates seguidores.

Que dan miedo en su irracionalidad.

Que den por fin la última paletada al fiambre.

Y que se calle tanto imbécil insensible.

El continuo desbarre del émulo de PJ

Y sus cotidianos relatos folletinescos y arrugados -que no tienen ni puta gracia, la verdad-; infumable y cutre montonera acopiada a paletadas, de lisonja burda, loor ampuloso de engolamiento ridículo; y pleitesía vulgar, de baratillo -cual coplas de ciego- a rancias estirpes haraganas y sus supérstites vástagos que en este absurdo rincón atemporal han logrado hallar la acogida inopinada que merecidamente les niegan en otros lares.

Que, ¡vaya!, en cualquier otro lado -aun en los más selectos ateneos del pijerío (hipódromos, maxidiscos y bares con terraza- cantan.

Hablando en plata: hasta los huevos estoy de elegíacos cántares de gesta hacia esta pretendida nobílísima ralea Soto-Martorell; marqueses, condes y duques de rancios y pútridos abolengos. Más serviles sus loas que los garabatos de diario.

Y en el fondo me entristece ver al émulo convertido en cronista oficial de chismorreos insípidos. Bufón de cortes derruidas paseante de campos arruinados por no saber ni querer trabajarlos. Hacedor de velos burdos a azuladas princesas revenidas que aguardan a recauchutados príncipes en torres abandonadas.

Donde a veces se divisa a lo lejos la silueta tétrica y terrible de un caballote con jinete armado de fusil al hombro. Tan distinta de la apacible figura triste de aquel entrañable caballero derrotado que no aromará con su lúcida locura estos campos yermos y abandonados. Este tiempo detenido.

Esta crecido el émulo de PJ.

Con genuína desfachatez y desparpajo.

Que hace reir pero no resulta simpático.

Pero yo he comprado su producto.

Así que no me venga con milongas.