miércoles, 8 de julio de 2009

Cerrad ya la tapa

del ataud de oro.

Que preside nefastas, alucinantes y turbulentas ceremonias.

Cerrad ya esa tapa.

Que alberga restos de polvo con gafas de marca.

Entre ridículos himnos proferidos por orgullosos miembros de una raza -asi se galardonan ellos- de la que "estos restos mortales" siempre renegó.

Poniéndose sobre su rostro toda la mierda inmaginable para blanquear su desvergüenza. Su indigencia moral.

No huele porque nada hay dentro. Capaz de generar más combustión.

Solo vacío y miseria.

Pero que den la última paletada al indecente e impúdico féretro que cobija a algo que aun póstumamernte exhibe degenerada estulticia.

Y que se perdiera para siempre en la noche de los tiempos. Entre humos y vahos de potingues y tóxicos.

Más no serà así.

En raro vuelo -homenajeando diran sus estrafalarios movimientos- descenderan buitres con frac a consumir su carroña interminable.

Acicalados también -los buitres- con gafas sin graduación de Dior (por supuesto).


¡Cuanta mierda es capaz de producir esta sociedad!.

Cuanta obscenidad.

La miseria moral del ser humano en manada no tiene límites conocidos.

Pues aun vendrá otro que a este le hará humilde.

Me avergüenzo de esta especie.

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