viernes, 31 de julio de 2009

Recogeréis mi cadáver

Feliz víctima de un socorrido y liberador infarto. O algo mas o menos así.

Esa será la última molestia que os cause: retirarme, barrerme, apartarme.

Y aun alguna cuestionará entre risitas que no apagaran un ataúd que haya tenido que palamarla justamente ahí, y en horario de trabajo. Por causar incomodidad y escándalo ¡Jesús! Y quedar feo a la vista de la gente -aunque los parroquianos estén "hechos a todo"-.

"Si es que tenía que ser él".

Aunque alguien tambíen sabrá exprimir alguna lagrimilla que acaso malbarate el maquillaje.

Me pregunto no obstante como os lo montareis ahora. Sin el gran objetivo a controlar, supervisar y vigilar. Sin el juguete de vuestra maldad para hincarle el diente. Y ¿como cuadraréis mis últimas cuentas?

Ya se.

El tiempo es elástico. Como un chicle. Algo habrá sin duda con lo que pasar el rato.

De hecho, ya no dabias abasto.

También en este aspecto os vendrá bien esto. Este incidente.

No hay comentarios: