sábado, 20 de diciembre de 2008

Comprad, comprad, malditos

O "toca timbal, toca Pascual", que viene a ser lo mismo.

Podrían haber cambiado al menos el Cd de villancios de un año para otro; la crisis no es excusa, que los venden a granel.

Y a todo volumen contaminaban el ambiente ya emponzoñado con restos de petardo, boniato requemado y otro efluvios aun menos agradables provenientes de la noche anterior. Pero es curioso como cuando quieren los borrachos son listos: no los pillas ahora con el frío durmiendo en la calle. Ni haciendo otras cosas.

A la vez que suenan atronadores los villancicos ignotos -fabricados por el esforzado departamento competente del todopoderoso servicio de normalizción lingüistica (que recien invengados los sumerge en el acervo popular...) un policía pone una multa porque alguien se ha excedido unos segundos en descargar la compra de su vehículo -acaso si lo hubiese tenido parado para cargar de paquetes en una tienda no habría hecho lo mismo- mientras a la vez, como digo, el timbal de Pascual, la burra de belén y las guapas pastorcitas con faldita corta -candoroso erotismo de los villancicos (sin duda materia de estudio)- son pregonadas y glosadas a mil decibelios agrediendo impíos los tímpanos de los anonadados transeuntes.

Creo que hay una ordenanza de ruidos que en determinadas ocasiones se tacha de estricta. Pero bueno, ya se sabe que aquí se relativizan muchas normas en pos de criterios de oportunidad recaudatorios. Y ya cuesta cumplir la constitución.

Ya podrían poner, para variar -y porque le CD debe tner no más de 8 canciones- algo variado; un rato de pop y sobre todo poco de Money Money.

Hoy desde luego, con el alboroto acústico que tomaba la ciudad fastidiaban la jornada a los santa Causes cuyas campanillas y ridículos ho ho ho no se oían. Ayer tuve que advertir seriamente a un "pintas" de estos que me campaneó en el tímpano.

Navidad, navidad, turron de chocolate, cava y felicidad. Y calamares rellenos.

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