domingo, 31 de mayo de 2009

Cañizares es un sinvergüenza

Como buen alto cargo católico. Sin ir más lejos.

Un miserable.

Los únicos obsesionados (y obsesos) en comparar -cuando se les pilla continuamente en calzoncillos (o en bragas)- son los jerifaltes de la iglesia católica.

Es una indecencia -la irresponsabilidad se le presume- traer a colación la problemática del aborto cuando se le inquiere por los abusos sexuales cometidos en colegios católicos irlandeses -un caso más, solo un mas de la lacra pederasta que caracteriza a la iglesia católica-.

Es una manera de minimizar y quitar hierro al asunto.

¡Que poco vale la palabra perdón en estos profesionales de la hipocresía!

Hay que apartar a estos tipos -los jerifaltes católicos- de la sociedad. Mantener a los niños muy lejos de ellos. De sus escuelas.

Y los que quieran que hagan una nueva iglesia desde principios cristianos que estos tipos mancillan -Cañizares, Rouco, Mazinguer, ensotanados y purpurados-.

Ya solo falta que eleven a cardenal al degenerardo obispo de Tenerife.

Ya se sabe. Aquel que se excita con los niños.

Que le provocan.

Son mala gente.

Estos jerifaltes de esta organización siniestra llamada iglesia católica.

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