Que se llama Israel.
La tierra de la mala leche y la miel amarga de víboras.
Lo malo es que tendrán razón -su "inteligencia" tiene fama internacional-.
Fue solo un momente de indignación pasajera. Una pequeñita crisis aparatosa. Que con más celo pudiera haberse evitado -ya lo sabrán para otra vez-. Nada grave.
Los mil trescientos asesinados por la violencia estatalizada llamada "israel" (me la suda el origen de esta palabra maldita vinculada para mi por siempre a los niños mutilados, los hospitales y las escuelas arrasadas y al dios gritón, melenudo y loco babeando de placer ante las calamidades que en su nombre se comentían y han venido cometiendo) han caído en el más internacional -casi olímpico- olvido.
Solo son material de archivo de películas que encima relatarán sus gestas criminales. De ambientación de videojuegos emulando hazañas de Jonnys y Charlies. Ante la ovación general. Y las obscenas muestras de placer de la juventud contaminada.
Y la magia negra de Obama todo lo enjuaga como por ensalmo.
Maldito estado nacido del odio unido de gente desarraigada.
De hampones internacionales.
Malditos criminales.
Mala gente.
sábado, 23 de mayo de 2009
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