Pululan por allí panfletos varios impetrando a la firma a favor de mas dique.
Era claro que a la vista de la notoria desminución -estas últimas semanas han metido caña- de la altura y grosor de monte-mierda la gente empezaría a temer por el futuro.
Y piden mas mierda.
Que no paren las máquinas. Que se garantize el ruido durante años. Y el trajin que tanto les excita.
Mirala a ella incluso que se las de amante de la naturaleza solicitar con desparpajo una firmita.
Y es que el Amo así lo quiere.
Y ellas, como no también.
Es por el bien del progreso me dice con genuina desfachatez.
martes, 19 de mayo de 2009
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