La conversión al catolicismo de Rosa Díez

Creía que estaba soñando, pero lo han repetido dos veces seguidas y he podido así confirmarlo.

A media tarde -en hora de poca audiencia por suerte (por lo que ello delata)- en los espacios gratuitos de propaganda electoral, entre los grupúsculos de todo pelaje y laya, han compartido tiempo y espacio -valga la redundancia- esta organización no por pintoresca menos terrorífica llamada Falange Española (ahora no se si de las JONS o no -siempre me han intrigado estas siglas y he jugado a descifrarlas malvadamente) con este partido que, ahora si, ha quedado retratado pra siempre: UP y D. Este patético coros y danzas -y viva la H- que tiene la desfachatez de dárselas de progre.

Cualquier parabien que hubiera podido tener con estos lo retiro y me arrepiento solemnemente de él. Atacadme por otro lado. Los repudio. Me han engañado soberanamente.

De otro lado, ahora entiendo porque el genuino grupo local UPCM recomienda a la tal Rosa Diez.

Por lo demás a esta señora -que desde hoy declaro enconada enemiga-debería saber antes de entrar en radio sotana -agasajada cual redentora inmaculada por los meapilas- que la iglesia católica prohibe el aborto en cualquier caso y se rasga las vestiduras -los faldones- y lanza furiosas maldiciones y furibundos anatemas que la ira de su Dios loco y melenudo concitara, por el hecho de permitir valorar la voluntad de una niña de 16 años en un acto que tanto le concierne cual es el aborto; Y en cambio permite el matrimonio para la mujer a partir de los 14 AÑOS...; (y creo que tras reciente modificación de su siniestro libro -peor que la bibilia- llamado Código de Derecho Canónico, manual de instrucciones para su proceder, devenir y discurrir tan tétrico). Es decir, la Sra. Rosa Diez -poco más que un florero acaso al que los niñatos repelentes de HO (yogurines, bollicaos y anunciantes de compresas) le esconden un megáfono con las consignas de la semana (son lentos afortunadamente para pergeñar consignas, no se mueven con la agilidad de un partido estatal y su aparato), debe saber que para casarse si que una niña de 16 años es mayor, por tanto; pero no, en cambio, para tomar la decisión tan dura y tan difícil de abortar.

Ello demuestra, por otra parte, además de la consabida hipocresía católica, la escasa seriedad del matrimonio católico.Y la obscenidad de los jerifaltes católicos obsesionados en fisgar y meter sus narices en la intimidad y la libertad de los demás.

Esto hemos tenido ocasión de verlo una vez más con el vergonzoso Cañizares -más famoso ya que el amanerado tocayo futbolero- que, como no!, minimizaba ayer de nuevo los casos de pederastia en las entrañas de la secta de que es jerifalte.

Repugnantes.