lunes, 1 de junio de 2009

sobre el maldito revisionismo

Que todo lo invade y contamina.

Y que hace balbucir disparates a iletrados; y jactarse a los patanes dotados al fin de coartada moral para su miseria.

Aquellos que jalean al émulo matinal del beodo Queipo de LLano -en aquellas reiteradas y tremebundas makarradas perpetradas desde Radio Crimen de Sevilla-, con premeditación y alevosía -ese tenía la disculpa de ser un débil mental embrutecido (un "buen español", vamos).

Ahora, desde hace tiempo quieren hacer creer -consiguiendo propalar al fin las indecencias que no habían logrado despegarse del suelo y del polvo gris ceniciento de turbias librería sy bibliotecas debido a meros motivos de marketing (me refiero a que lo que se publica ahora ya lo dijo de la Cierva -precursor de la desvergüenza pues- con la escasa y merecida repercusión de la miseria y la indigencia intelectual) que la guerra no la provocaron cuatro golpistas subvencionados por la oligarquía en un golpe criminal contra la democracia (en la que pudiendo no supieron ganar) entre los que se encontraba el mencionado beodo radiofónico. Ese lumpen.

Y que la presunta adhesión popular en determinadas zonas fue con la pistola en la nuca, o la perpetua amenaca del cacique, el preboste y el oligarca. Al son del capricho del gobernador militar de turno siempre más expeditivo y con menos remilgos si era de los mal llamados "nacionales" ("buenos españoles" en el peor sentido -el único, por desgracia- de esta expresión maldita).

Aquello, no hace tanto tiempo, fue un golpe militar "en extremo violento" (como programara el vesánico protomartir Mola -desde la cuna del fascismo español-) que no supo atajar el gobierno legítimo proveniente de las urnas -las mismas que antes habían aupado a la derecha-. (pero el problema lo tenían estos con las urnas en general no con las izquierdas en particular).

Y desencadenaron una guerra innecesaria y cruel -como asonada maldita y criminal-. Deliberadamente dilatada para poder matar mas y dejar así el terreno dispuesto para muchos años de paz. Como mínimo cuarenta. (en realidad, ellos siguen disfrutando su paz; su paz de los muertos).

Fue una época -la guerra y lo de después- triste. Que acaso justificara (aunque desde el dolor por el olvido) el borrón histórico que en determinado momento -acaso un poquito hartos ya de "lucha" y con alguna que otra vocación al acomodo- por algunos se pretendió dar. Y constantado asimismo como la recurrencia "guerracivilista" todavía provocaba enconadas querellas.

Pero lo que es inadmisible es que quebrando este pacto de silencio (para muchos, entre ellos para mi, lamentable) haya podido aparecer un nuevo movimiento "neocon" aguileño y engominado -por decirlo de algún modo- que con fuerza ha procedido a revisar la historia y a volver a cantar las alabanzas de los buenos -"los vencedores, caines sempiternos"- restregando a los "rojos" la victoria y volviéndolos a condenar.

Tiparracos como Moa y Vidal, Losantos y sus jerifaltes de RAdio Sotana, etc... son los culpables del neo guerracivilismo de signo contrario. Portaestandartes de osborne y palios aromados de incienso -el olor de la paz y del cementerio-.

Aquello que se han perdonado sus pecados y practican su peculiar memoria histórica en apoyo de un partido político de base social franquista, cual es el PP, que todavía no ha sabido encajar su "derrota" en las elecciones de marzo de 2003.Aquí empieza de nuevo en España el furor contra los rojos y las alabanzas a los nacionales; olvidando impostados centrismos.Imposibles por cuanto sin transición alguna era imposible que de la noche a la mañana tanto jerifalte y tanto preboste pasara de ostentar prebendas a ser un ciudano más.

Ellos son los culpables del nuevo guerracivilismo degenerado; del ambiente irrespirable. De los clamores hacia el odio y la violencia frente a los rojos.El Partido Popular y sus huestes franquistas desde que no supieron encajar aquella merecida derrota electoral y comprobaron que no están ya los tiempos acutales para golpes militares.

A este carro fue al que se apuntaron tipos siniestro de la peor catadura como Moa y Vidal.
Y se descentraron degenerados advenedizos -émulos ahora de Queipo- como Losantos.

La guerra fue un deliberado genocidio nacional. Producto de un golpe militar que el gobierno de la República -que ya había detenido a los alborotadores (los gamberros que quemaban iglesias) fue incapaz de controlar por pura ineficacia e ineficiencia estructural-. Y que principalmente fue torpe en evitar la concitación de voluntades golpistas por quienes también habián mostrado su capacidad de violencia durante la República. Que Pakito se hartó de matar durante la gloriosa revolución asturiana al mando de sus tribus mercenarias -"buenos españoles", como no-.

La guerra fue un asesinato deliberado y diferido para abonar un el terreno a largos años de paz, silencio y miseria. Exterminando a todas las voces aventuaradamente disidentes (y si se mataba algún inocente de más "Dios ya reconocería a los suyos").Un régimen de miseria.

Fue una guerra sin batallas. Sin actos heroicos. Fue una guerra de represion y exterminio de gente indefensa. Fue la venganza de la turbia oligarquía española al espejismo de la libertad, igualdad y democracia republicana.

Y si hay que callar se calla. Ya sabemos los derrotados de silencios.Pero otra cosa es aguantar todavía que se pidan cuentas y se clame venganza contra los derrotados.Los malditos rojos.

Todo esto surge con fuerza -este movimiento de involución- desde su latencia más o menos disimulada, desde la "derrota" de marzo de 2003.De la que todavía se lamenta el PP.

El PP; el partido maleable que pasó de ganar unas elecciones con un pelele nefasto gracias a un golpe de estado mediático en 1995 dirigido por PJ apareciendo como un presunto centro moderado -condenando ridículamente el terrorismo de estado y hasta ¡proclamando cantar catalán en la intimidad!- que pasó a reconvertirse con aquella derrota en lo que siempre fue, el partido cobijo de la ultraderecha que con la "derrota" no pudo mantener más tiempo las máscaras que velaban rostros siniestro clamando venganza furibunda.

Allí va todavía el centrista moderado -el pelele Aznar- desaliñado y greñudo ladrando por las esquinas de la ignominia. Demostrando cual ha sido siempre: un fascista. Cuyas ínfulas de grandeza provocaron, entre otras cosas, la "debacle". En aquellos tres días de marzo lamentables.

Y a partir de tal momento la hidra roja ha reaparecido.En discursos encendidos y airados que saben que no van a tener más recompensa que el deshaogo -que ya no vendrán mercenarios a acabar con ella-.Pero que hacen daño. Y que vienen a ser una nueva legitimación de una "victoria" tan cruel; pórtico de los años de dolor y miseria para muchos supervivientes no exterminados que estaban dispuestos a la reconciliación.Y que se encuentran de nuevo con la hostilidad y la bendición del crimen que llevo a aquelloa a su victoria.

El 18 de julio de 1936 una banda de militares golpistas se levantaron en armas contra la patria.El más grave delito previsto en cualquier pais civilizado.Y solo la incapacidad permitico que lejos de poder ser castigado -con aquellas penas a las que los alzados tienen querencia excepto si es para aplicársela a ellos- encumbró a los autores que cambiaron por supuesto, como primera medida, las leyes que condenaban su fechoría.

Me conformaba yo con el silencio antes que con la mentira, la revisión y la burla.
Pero ahora ya no.

En este pais de fachas reciclados, de impúdicas manifestaciones ensotanados envenenando el ambiente, y de niñatos que a cuando les preguntas por la guerra te responden que empezo en el 34 culpa del abuelo de Zapatero -cuando hace 20 años un chaval nada sabía ya de la guerra y de Franco-, y que hablar de los "rojos" tachándolos de chequistas -maldita palabra característica de los guarros revisionistas-.Ahora no tengo bastante con callarme e incluso sonreir ante las fachas pintorescas de los fachas -valga la redundancia- en 20-N.

Ahora que todos los días parecen ser 20-N.

Y ello es culpa del PP y la derecha española que no concibe en este maldito pais que pueda estar mas de cuatro años sin ostenta poder. Que no cree en la democracia.

Triste pais llamado España. Lastrado siempre por estos mostrencos. Por esta secular maldición. Por esta mancha.

Por la oligarquía bendecida y funesta.

No hay comentarios: