miércoles, 10 de junio de 2009

La humanidad del empresario español

Que ofrece trabajo a pobres indigentes que con lo puesto -y prestado- viene de muy lejos en tropel huyendo de la miseria en pos de un espejismo de prosperidad hacia el cual ellos, magnánimos, les encaminarán.

Y que cuando ocurre algún accidente, riesgo asumido por esta gente (que encima es torpe) tienen la gentileza de acompañar a sus beneficiados a la puerta del hospital.

Así como han tirado a la basura el brazo amputado de este inmigrante boliviano hubieran podido tan tranquilamente deshacerse de él. Pero no lo han hecho. Son benefactores -van a misa y dan limosnas además (y llevan el paso de una procesión) y lo han llevado al hospital al pobre chico.

Maldita morralla empresarial.

Que nunca ha trabajado.

Que vive de la explotación más siniestra.

Ojalá perdierais vosotros vuestros brazos inútiles.

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