Putiferio en los hoteles

Según reza hoy el Hacedor -muy propio de estas fechas lo de rezar- uno de estos loados más llorones y nefastos empresarios hoteleros -esa clase tan elevada y tal y tal según su insigne colaborador prejubilado que aventa negros presagios desde mente turbulenta y verbo zafio-, que ello no obstante su nombre era pudorosamente obviado, ha debido tenido un raro fogonazo de ingenio y de impronta empresarial en pos de la tan cacareada diversificación.

Y así, ha decidido poner putas -de esas que ostentosamente pululan desde hace tiempo por determinados barrios de esta sacrosanta ciudad- rondando en las zonas comunes del Hotel. Faenando. Ejerciendo la labor social más antigua que se conoce.

Chiki chiki del auténtico pues este año en los tugurios.

Mientras la parienta duerme a los niños -y salvo que para ellas no les pongan machucambos choriceros-, ellos se lo montan en otra habitación o zahurda o en tras una tapia, o en los lavabos de la piscina -total estas si son buenas hacen la faena rápido-

Y es que el bingo y el karaoke, y las varietes -escobares y tonadilleras drevenidos con lunares y faralaes-, made in hoteles Paquito y Fiesta Loca están ya muy vistos y sobados en las noches atorrantes en las favelas estivales, junto a la piscina y con restos de aroma a hamburguesa Lidl con cebolla y ketchub de la barbacoa a la intemperie de ultima hora de la tarde.

Que pongan una timba también y prevean los necesarios productos para determinada fauna. Que no falte ninguno.

Que esto, esta diversidad si que vende y tiene tirón.

Aunque suele gustar mas lo autóctono; que no lo que pueden encontrar en cualquier callejón de sus oscuras ciudades. Pero aun es pronto para ello.

Putas rondando en las zonas comunes de los hoteles.

Hotel y Burdel de consuno. Hotelero y Makarra.

Puta vergüenza.