domingo, 12 de abril de 2009

abolicion ya del bujot

El bujot debe abolirse de todas todas.

Es sin lugar a dudas una estampa lamentable, Gente airada portando rifles y descerrajando tiros ante niños y atónitos transeuntes visitantes es un espectáculo deleznable que cuesta entender y sobre todo explicar.

Es habitual ver a grupos de extranjeros aterrados ante la súbita imagen de un fusilamiento en plena calle llamando a la policía pidiendo información acerca de la atrocidad. Y tener que enrojecerse al oir algún "tipical" de algún bienintencionado y apurado autóctono.

Menos mal que esto no se promociona de cara al exterior. Y ya es raro; ahora que todos están obsesionados en vender nuestro buen producto -cuando realmente es la bondad de este lo cuestionable y no su comercialización-. Al menos este producto ancestral espurio.

Aunque los auténticos amigos del rifle norteamericanos -aquellos que los regalan a sus chavales de cinco años- estarían encantandos de recibir una invitación al acto. ¿Como no se les ha ocurrido a alguno de estos entendidos en turismo de calidad?

Debería irse aboliendo esta tradición; o al menos, o como principio de su final, que se hiciera de noche y prohibiendo totalmente la presencia de menores; o que el bujot fuera de papel y las pistolas de agua.Ni como símbolo ni metáfora -tan poco sutil- tiene puñetera gracia.

Y mucho menos la tienen -menos aun originalidad- los cutres cartelitos que les suelen colgar que suelen hacer el ridículo y delatan al corto de luces que los ha redactado.

Aunque ha veces oyes comentarios de los más exaltados -acaso ya lleven alguna ginebra de mas- que parece que no se contentan lo suficiente con despanzurrar a un pelele.

Furiosas, tremebundas y terribles imagenes cada año en los medios con los "justicieros" de Calos impecable y severamente trajeados y encorbatados (sin faltar el chaleco como no) rifle humeante en mano siniestramente sonrientes tras finiquitar su ejecución y ultimar al pelele de turno que yace crepitando en sus restos humeantes y malolientes a sus pies.Rifle americano por supuesto.Y chavales rebuscando caramelos baratos con sabor a pólvora quemada.

Soberbio cada año en su incisiva prosa el gran DM en sus crónicas del linchamiento anual de los pobres bujots. Ilustrada por fotos que circularan a traves de internet por todo el mundo.

Y yo me pregunto ¿Que habrá de pensar algún curioso que en algún lugar civilizado las observe? ¿Que han hecho estos tipos se preguntará?
No se cual puede ser la respuesta. Acaso que eran extras de la nueva película de Scorsese sobre la mafia. Puede ser buena respuesta ciertamente, ahora que está tan en boga. O, peor, que el Klan reaparece de incógnito en un lugar perdido e ignoto.

Patética imagen la de esta ciudad cada domingo de resurrección. ¿Abolición del bujot ya!

¿Que pasa?

¿Que para ser un buen ciutadellenc hay que amar también esta fiesta del bujot?

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