lunes, 13 de abril de 2009

Cronicas de la matanza (de bujots)

Soberbio retablo de una ciudad decadente e incorregible.

Enquistada la semilla del adocenamiento y la autocomplacencia más esteril.

Y la zafiedad obscena. Aguada, baldeada y bendecida.

Tremebunda la cronica habitual del Hacedor de los hechos de ayer al mediodía -cuando como cada año la ciudad es sacudida por una tumultuaria descarga de fusilería-; salpicada de cruentas y horripilantes imágenes de inocentes peleles aniquilados a golpe de fusil y gasolina. Consumiéndose lentos ante el jolgorio de un público de toda edad y condición -cierto es que ¿donde ir? ¿que hacer? sino-.

Penosos los motivos; que no son amigos de la metáfora o no dominan la técnica.No se puede esperar más tamoco de las Comisiones de Estudios de las entidades organizadoras: presuntos ateneos -acaso ahora vulgares tabernas-.

No hay cojones.

Está claro que EL BUJOT HABÍA DE SER BRONDO. Si es que se quería hacer bujot.

Y participar todos los ciudadanos estafados en su pírrica manifestación de voluntad por su trapacería estival -aun teledirigida por el factotum sombrío- en la quema de su efigie.

Y encima es seguro que en alguno de estos tugurios estuvieron más cerca de colgar a Carbonero -invitando a Brondo y al factotum a fusilarla- que a los que deberían estar. Un tránsfuga para cada bareto.

Cierto es que sus enemigos no han tenido cojones tampoco para poner a JT.Lamentable espectáculo.

Tipos oscuros que no han hecho otras cosas que cerrar fábricas, destruir empleos -para repartirse el botín entre su familia- participando en bujots sobre la grave tema del CAserío.

Colmo de la hipocresía.

Es el granero.

Y en el Nautic, ¡como no! el puto dique que se mueve -cuando ello, a los adictos al cemento les causa enorme placer pues prolonga el trájinar de máquinas y hormigón en la bahía violada y mantiene en ella su obsceno monte Tabor en forma de yunque invertido que ya caracteriza el paisaje costero del lugar donde -je je- habían de hacerse chalets de lujo (que fácilmente se transforman, eso si en zahurda y albergue de consustancial putiferio portuario).

Seguro que con el garabatero, tras disponer como el solo sabe la intendencia -revisando la mezcla de la sangría y la presentación de los canapes de los prebostes (con caviar de trucha del Llobregat)- haciendo una excepción y habiendo tomado ya una birrita y haciendo "ullets" pegó algún tiro esquinado al bulto.Con su equina melena -anasagástica- alborozada al viento del domingo de gloria. Buen bujoter, buen sanjoaner. Granero puro.

Luego más y más birras, vermut rosso, blanc pescador, viña tondonia, codorniu, pacharán en los postres y Curvosier en el café con desomunal montecristo que deja largas oras boquiabierto en posición obscena de morros; y cumboys de wiski Chivas 21 en la sobremesa que acaso para algunos se eternizó.Y licor de crema catalana que pasa muy bien -sobre todo cuando llevas ya varios pelotazos más duros-. Y la inevitable Maríe Brizard que en esas ocasiones, en esas postrimerías cierto es que sabe como un caramelo de anís. como un polo de cas mervol.

Luego el camarero pasara una bandeja de sobres de almaz y omeoprazol.

Domingo de gloria con cogorza.¿Como sino?Como no.

Es el granero.

Luego se quejan de los chavales y sus desmanes a los que tienen confinados en un lodazal inmundo toda la fría noche, que se alivian con el bocata de pelotas y la coca cola del Tritón. No hay vieiras, bogavantes, ostras, ni estrambóticas closcas en sus mesas humildes.Tanto como su peculio y mas aun que sus sueños de futuro en esta ciudad decadente. Perdida.

Acaso estemos aun a tiempo de cambiar.

Por cierto. Dicen que volvió a resucitar.

Pues lo que debío ver aquí no debía ser de su agrado.

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