sábado, 25 de abril de 2009

El ultimo tren

Rosa Aguilar -el último pequeñito míto de este reducto casi extinto- también ha caido.

Ha sido noticia esta semana. Como no lo había sido -y en este caso por razones loables- durante los últimos diez años.

No confiesa las razones por las que al final de una trayectoria ejemplar abandona la formación que la ha parapetado en sus pequeñas alturas, y renegar de ella.

¿Que va a confesar, la pobre?

Un buen plan de jubilación. Y un puestecillo en el clan de la Vega. Con ajuar incluido. Aunque de trapillos se la ve ya aventajada conocedora.

Son pocos, y casi todos réprobos, rebeldes, críticos.

Y siempre en tránsito.

Ahora es el momento de afiliarme a Izquierda Unida.

No hay comentarios: