Ultimamente ha habido un repunte de ese patético espectáculo de la gente "envalentonada", acorralando a un detenido inerme e indefenso hecha chusma pidiendo justicia. Airada, terrible, siniestra.
Entre los que, es curioso, suel encubrirse al verdadero autor. El que suele vocear más. El que presume de tenerlos mas grandes y mejor colocados.
Nada hay más degenerado que el puetblo babeando y supurando desde rostros desencajados y patibularios que muestran melladas o cariadas dentaduras, o señoronas majas amagando soponcios y teleles, pidiendo justicia. Justicia. Exhibiendo garfios, hoces y cizallas. O su propio rostro tremebundo. Matones de arrabal, chulos de gimnasio. Lumpen con pedigrí.
Entre ellos en cualquier caso se ha ocultado el asesino.
Que parecía tan buena persona.
Hasta que la tele les ha hecho saber que acaso, quizas, pudiera ser que...
Desafuero que pretenden entre todos, en turbia y tumultuaria cobardía legitimar.
Juzgando y condenando, y pretendiendo ejecutar -cual jauría cobarde mutuametne encubierta (son así de valientes y arrojados)- al que dicen que les han dicho que por la tele han comentado que acaso fuera.....
"Acaso sea inocente"..... dicen algunos más sensatos y moderados.
Que por eso deben ocultarse de las cámaras o mostrarse sombreados o encapuchados.
Es acaso ello secuela del Código Penal "de la seguridad" y su obligada derivación en presunción de culpabilidad, que preconizara gentuza como Aznar. En un salto hacia atrás de más de cien años.
Acaso, si, ese pringao, ese recien llegao, sea inocente.... insistirá alguien.
Pero hoy lo hostiamos.
Chusma degenerada y babosa.
Nada hay mas terrible.
Nada hay mas injusto.
Que estas ansias de justicia popular.
La bendición de la baladronada, del prejuicio y del estigma.
España, acaso.
España.
Los peores en el peor momento
Hace 4 años
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