martes, 28 de abril de 2009

lengua como instrumento de exclusion

Un miserable expelía hoy en las concurridas -y peligrosas- páginas centrales del Gran Hacedor que Juan Marsé es "un escritor mediocre y un pobre hombre" -ya le vale al Hacedor inquirir acerca del hecho que en Cataluña o los PPCC alguien escriba en castellano, cual si ello fuera circunstancia prejudicialmente anómal-

Y este miserable (una tal Guasp) -en perfecto castellano eso si- hacia tal consideracion exclusivamente por la circunstancia de tratarse de catalán que no escribía en este idioma sino en castellano -como si este no fuera también el propio-. En realidad dudaba de la catalanidad de Marsé por este hecho -actitud típica de fascistas y xenófobos (apóstoles de la "raza blanca mediterranea" como unica legitimada para vivir y tener derechos en Barcelona -como dijera aquel viejo loco HB-- y por la demstración de hacerse llamar "Juan" en vez de "Joan".
Vergonzoso.

No es mi escritor favorito, -y creo, sinceramente, que en una determinada época fue sobrevalorado- pero en todo caso es un gran novelista al que el Premio Cervantes ciertametne no le aporta nada nuevo. Lo que no dudo es que aquel mindundi nada habrá leido de Marsé.
Quien merece respeto como persona. Y ahora aun más por la valentía, el coraje que implica escribir en castellano en el ámbito catalán, en el cual directamente te tachan de facha o de imperialista; aquellos acomodados que nunca han luchado y que viven del cuento subvencionado por el estado que odian.
En catalán, por desgracia , salvo una lista de tres excepciones -que ni siquiera sus fanáticos saben citar entera- solo se escriben diatribas y panfletos; ensayos propagantísticos en contra de la colonización española que no obstante les subvenciona las ediciones. Y el saqueo perpetrado por los que ellos , en su prepotencia que les caracteriza, consideran haraganes, parásitos o ganapanes mesetarios.

Ahora ya solo falta -como si no hubiera suficientes difiultades y no suponga ya un baldón y un estigma- que se humille a la gente que escribe en castellano, insultándola y vilipendiándola.

Maldito nacionalismo catalanista radial.

Pasto frondoso de incultura.

Me gustaría olvidar esta lengua de odio, aunque sea la mía.

Por vosotros.

Malditos.

Y en cualquier caso, Juan Marsé merece un respeto por ser un hombre que ha estado siempre del lado de los humildes, los acosados, los explotados y perseguidos en estos paises "colonizados": los sufridos obreros peninsulares. Los odiados "murcianos" o "xanegos". Los que por no ser pura cepa pretenden ser confinados en guettos sin derecho a voto al lado de las fábricas de la sucia burguesía industrial catalana -que ha sabido lamer todos los culos sin distinguier orígenes ni filicaciones políticas- que sobre su esfuerzo mal pagado se ha encumbrado.

Me gustaría ser como ellos.

Pero no; soy pura cepa.

Por desgracia.

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