jueves, 26 de febrero de 2009

turbias lecciones del viejo hotelero

Chusco y chabacano. Como solo sabe ser él.Como debió ser su hotel -tengo el honor de no saber en que hotel trabajó ni que cargo llegó a ostentar-.

El hotelero montaraz, prejubilado feliz que se llevó lo que quiso, tras derrochar una temporadita burlándose de la crisis de que se pavonea que no le afecta, asoma de nuevo estos días impostadamente avinagrado, bravucón y pendenciero en la prensa local. Arrojando su vómito vinoso en las socorridas páginas interiores del Hacedor.

Y dice que se guarda el de dar lecciones a la insigne clase social que constituye para el el "empresariado turístico"; entoces ¿Que coño hablas bocazas? ¿Si no haces mas que contar las memorias de tus éxitos lamentables?

Y cagarse en Zapatero y en el Consell -como no- (de casta le viene al galgo).

Con patético y obsceno estilo. Reprochando a la gente normal -a los que el considera ganapanes o mindundis- que ofrezcan a los que pueden permitirse tener vacaciones un producto tan soso y tan poco variado. Que no se esfuerzen más en entregarse a sus amados teutones, sus idolatrados británicos. Y les alegren mas la estancia.

¡Que vaya su parienta a masajear barrigas a Son Bou! ¡Cojones!

Todos sabemos cual es por desgracia el éxito de determinados destinos turísticos, eufemísticamente denominados exóticos. Y donde todo ciertamente es más barato.
Don el trabajo humano, el propio hombre, apenas vale.

Y encima chuleando y presumiendo de ser mas que los demas. Por ser del gremio el empresario turístico. Estos macarras del territorio. Gentuza sin escrúpulos que han cimentado su patética fortuna lucrativa exclusivamente para sus bolsillos sin reparar en explotaciónes ni expolios de cualquier clase.
A esta chusma no le debemos nada.
La dignidad de hombres y de ciudadanos no las debemos al empresario turístico.
Sobrevivimos a pesar de ellos, de sus guarrerías y de su perversión del territorio con el que se comportan como proxenetas.

Pero para este tipo nefasto parece que aquí comemos gracias a ellos.

Si así fuera preferiría morirme de inanición.

Patético hotelero jubilado ¿Hasta cuando tendremos que aguantarte?

Se ha retirado demasiado pronto.

Se lo ha sabido montar muy bien.

Odio a este tipo.

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