lunes, 9 de febrero de 2009

Nada que celebrar

Excepcional documento hoy en el Hacedor.
Sobrio reportaje con motivo de los 70 años de la "liberación".

Para que se den cuenta algunos como se hizo la transición de la democracia que esta isla supo resistir hacia la más negra dictadura. Aunque claro está algunas víctimas siguien teniendo nombres y apellidos y distinciones; y otros serán siempre números.

Patética celebración de la "girada"; cuando había logrado pactarse un final, aparecieron de la ultratumba -bien cebados- cuatro macarras a apuntarse el tanto de la revuelta.

Aun hoy padecemos en esta isla que fue digna defensora hasta el final de la democracia republicana un retraso irrecuperable. El tiempo se paró en ese maldito día; fatalmente señalado como el de la entrega y la derrota. En la que nada tuvieron que ver los cuatro bandoleros sedientos de venganza que se pegaron un festín de sangre.

Luego, es cierto, comparativamente la venganza de los fusiles bendecidos, que sofocaban un grito de ¡Viva Cristo Rey! en cada descarga de pelotón frente a las tapias, no fue tan brutal como en otros lugares. En términos de unidad de medida; cuando los hombres dejaron de serlo para ser números en una lista de difuntos inmediatos que apenas cabían en amarillos legajos de una época de carestía.
Para todos había una fosa, eso si, y una paletada de tierra. Pero poco más.

Otros siguieron viviendo todavía.

Enterrados en su silencio que nunca llegó a quebrarse.

Olvidados

Enorme y justo artículo hoy en el Hacedor.

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