Ya ha pasado el tiempo suficiente según el calendario consumista desde el gran derroche de Navidad y puntual a su cita el Corte Inglés vuelve -oportuno y fiel a su compromiso con la sociedad- a promocionar otra fiesta del dispendio. Coaccionando a la gente a demostrar con pase de tarjeta de crédito su amor por ella. O por él.
San Valentín. Vaya puta mierda de celebración.
Lo demuestran ellos mismos. Las bolas para el culo, sanos elementos de lujuria, son estos días sustituidas por tanguitas rojos o braguitas diminutas de encaje -repelentes diminutivos-; o medias de las que se dice de putón arrobado de verbena de pueblo.
Y así como viene la puta crisis, y tal y tal, será acaso de agradecer; de este modo comprando -acaso con rubor dado lo comunmente explícito de sus portadas- una revista de estas que cada semana desde hace años te ofrece una nueva postura para follar, o te sugiere alternativas al metisaca apurado rutinario -grave problema que azota y avinagra esta sociedad, y bla, bla bla...(aunque se vienen haciendo progresos)-; una de estas revistas pseudo pornográficas, en el mismo lote -aun cuando sin la necesaria discreción- te puede salvar con un agradecido tanga rojo-modelo hilo dental del trance valentinero. No obstante lo muy perecedero del producto. Algo que salta a la vista.
Esperpétinca celebración. Monumento a la vanidad.
Que ellos llamar Amor en mayúsculas.
Cuanta mierda.
Que suerte que a mi no me quiera nadie.
Aunque alguna guarrada me llegará a mi mail.
Algunos bienintencionados pero crueles besos electrónicos.
Quetengáis un buen día tortolitos.
Y mejor noche.
sábado, 14 de febrero de 2009
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