Personaje lamentable como pocos.
Con pinta de graciosillo de feria además que cuadra perfectamente con lo miserable que es.
Producto espurio de político-factoría fabricado en serie. Totalmente automatizado y teledirigido.
No es nadie si su gabinete ni sus asesores de imagen.
El pintoresco y desnortado expresidente Aznar -parapetado al gobierno por un sabiamente olvidado golpe mediático- ha proferido expresiones racistas para referirse al hecho que una persona de raza negra haya ganado unas elecciones demodráticas donde según él -y muchos como él- solo tienen cabida los blancos -en realidad, el, sobre todo por su bigotillo, tampoco tendría allí cabida-.
Esto es lo que con pillería nada sutil ha venido ha proferir este energúmeno que pasea su miseria moral y su odio por las esquinas mas sombrias del recuerdo desde que en sus aires de grandeza intentó fallidamente pasar a los anales de la historia como gran estadista; y al final lo será como criminal de guerra.
Y esto es lo que todos han entendido: un negro en la presidencia de los USA es una excentricidad histórica según este tipo nefasto, que cuando ya resulta absolutamente gratuito da un último lengüetazo a su cuatrero amado, el apostol de la violencia llamado G. Busch.
Este tipo debería ciertamente acabar en el Tribunal Penal Internacional.
Menudo miserable es José María Aznar.
jueves, 8 de enero de 2009
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