La crisis (que gracia)

No se habla de otra cosa. Aunque tras dos días de hablar de crisis, inevitablemente aparece alguna política vestida de Loewe -élites triunfadoras que a la misma han logrado hacer frente- que lanza un mensaje tranquilizador.

Crisis. Hablan de crisis los que hasta ahora habían vivido del cuento. Del crédito fácil, con ristra de pagareses más falsos que billetes de monopoly y con la furgona ya realquilada sin haber pagado el primer plazo del leasing.
Los que con la primera nómina de 800.-Euros ya les fiaban para un karro grande y potente.

Hablan de crisis los que no han dado palo al agua. Aterrados ante la perspectiva de -no ya ponerse el mono de trabajo- sino de pasar por la oficina a picar algunos documentos. A recortar algunos gastos y escatimar caprichos.

Hablan de crisis los usureros. Los que por fin tras tanto acumular tendrán que picar las baldosas y abrir una polvorienta bolsa llena de fajos de parné arrugado. Que pena. Puta crisis diran llorando.

Otros dirán que si, que hay crisis. Pero no serán capaces de recordar tampoco tiempos mejores.
Estos son los que más.

Pero hay crisis, sin duda hay crisis.