domingo, 15 de marzo de 2009

El infame adios de una alcaldesa

De la Reina de los Tinglados.

En en su interregno de circunstancias en que, como no, ha sabido dejar su impronta. Que no su empuje. Afortunadamente. Versátil y completa en muchas facetas.

Y hoy como en sus mejores tiempos el Gran Hacedor pergeña un soberano y postrer remiendo, tapujo y baldeo con apañadita sesión de maquillaje con "lifting" incluido (aunque no se exactamente que cosa es esta) a la Reina de los Tinglados en su despedida como mandamasa o mandarina oficial...; si, porque esta señora -aun cuando bien ha obviado hacer ostentación de cargo -¿A que ? ¿si era y seguirá siendo Reina?- ha sido alcaldesa.

Decididamente tan solo aquí, en este granero sombrio y húmedo (con olor a cerrado y scristía) hoy, un tránsfuga -zafio perturbador de la precaria voluntad popular- se puede marchar de su puesto ilegítimo con tanta impunidad y tanto recochineo. Con rueda de prensa, inclusiva de generosa rendición de cuentas, autoindulgencia plenaria para si y para la banda apandadora y con sonrisa genuina de pilla de granero. Esa inconfundible sonrisa que aquí en el granero imprime carácter y que dificilmente se controla, ni aun en los más severos trances.
Sinceramente vergonzoso.

En disculpa del Gran Hacedor, eso si, hay que decir que como mínimo había dos páginas más de papel de las habituales en su apurada edición dominical -seguramente ellos mismos reconocían que las dos dedicadas a la reina no contaban (mera separata y con papel de menor calidad -acaso papel de culo-)-. Y sobre todo mucho más peso. Tanto que parecía que al fin se acompañaba como suplemento el tan esperado número 1 de los "garabatos completos". O bien del serial "El Gobierno Brondo" (capítulo 1: "el pacto de la nevera").

En todo caso, ciertamente solo puede pasar aquí, en este granero emponzoñado, víctima de recurrentes plagas, carcomas saqueos y maldiciones-que no empezen a que el grano se utilize todavía para producir aun ciclópeos y elefantiásicos aun amargos frutos- el hecho que los que merecerían salir por una puerta falsa -abriéndose con el petate, saliendo de naja o por patas, tocando el dos, por un butron socorrido, emboscados (con una capirota de las suyas), a horas intempestivas y cajas destempladas, con el subsiguiente oprobio del pueblo al que ellos con su felonía estival han humillado. Pueblo pisoteado por su indignidad vulneradora de su cualidad de ciudadano.

Solo aquí estos tipos pueden salir cachondeándose con todo el desparpajo del mundo y la carácterística sonrisa de pillo que adorna al preboste y prebostecillo del granero. Porque lo de hoy en realidad, más que un buen tapujo, era un gran recochineo a pecho descubiero. Exhibiendo toda su ubérrima desvergüenza.

Con penosa reivincidación salarial incluida. En estos tiempos de crisis.

Y se retirará sonriente y caradura a su fortaleza campera de la que será rescatada.

Por le PP por supuesto. Que a esta le queda aun mucha cuerda y mucho bacalao que cortar.

Y mucho maquillaje con el que embadurnarse en inacabables y recurrentes ruedas de prensa.

Es como la foto del otro día del tal Germán -otro destacado de la banda- que con media sonrisa de granero -aun con gesto también incomodado-, descarado, en sus últimos días de usurpador tiene la desfachatez de hacerse partícipe de una rueda patética rueda de prensa y largándose antes de hora porque decía tenía que trabajar...

Ciertamente el tinglado de la Aurora -al que el tiempo acompaña- para afrontar la ansiada época de los calamares patagónicos a la romana exhibe con descaro un par de columnas mas de mesas y sillas que desbordan incluso el descomunal tinglado-gallinero.Y ya inundan el aire los eluvios de la fritanga.

En el Lidl ya había problemas de abastecimiento de panga, fletan y limanda. Congelados por supuesto, como debe ser -mas sabrosos (o mas finos al menos) que las lisas enmerdadas de la bahía sin duda que son estos productos-.Y no digamos de calamar patagónico, sepia sucia y bocas y cuerpos obscenamente revueltos en enormes cubetas donde faenaban enconados los arponeros de Nantucket.

Cosas del Granero.

Templo de la desfachatez siempre justificada y acicalada.


En todo caso, cachondeos al marge, la despedida de hoy de la reina de los tinglados es más que vergonzosa. Un verdadero monumento a la estulticia. Pero fiel reflejo por otro lado de una forma de hacer política inveterada que dota de carácter al granero.

Y mañana un garabato llorará el adios de los chaqueteros eufemísticamente bautizados como díscolos. Insultando a Marc Pons o a Zapatero. O con chiste de Pregonda.

¿Y donde andara Brondo? ¿Afanoso en la factoría? ¿Con mobilette y termo de café bien dispuesto para madrugadas siempre desabridas del currito común?

¿O más bien se lo habrán llevado a las Bahamas a descansar entre arqueados cocoteros de su largo periplo? Por los servicios prestados.

De liana en liana por el Amazonas no creo.

Brondo el mejor alcalde, dice ella... la Reina desvergonzada.

Con su descarada, más bella, sonrisa.

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